domingo, 20 de julio de 2008

¿Dónde se fueron?






Árboles desnudos
lloran sin su trino.
Ayer los vi partir
y al querer alcanzarlos
me quedé sólo con el gesto
de las manos vacías en el aire.

Ellos se llevaron la alegría.
Y los extraño tanto
que casi no puedo
seguir soñando.

Todo se opacó
hasta el vidrio de las ventanas
que dan al jardín.
¡Regresen pájaros del arco iris!

Para que vuelvan
los colores a endulzar
el sabor de la vida
en mis labios.


Silvia Castellón

Fotografía: Ana Rosa Durán, Pto. Madryn


Esquizofrenia






No hay circunstancia atenuante
para los infatigables latidos
que recorren mi mano
hasta el último filo del puñal
y toman el irremediable impulso
de saciar esta sed
su sed.
Se detienen los relojes
y en el fatídico segundo
ronda la espesura de un humo
que no tiene ni siquiera sombra.
Un grillo me anuncia
que el sol colgó sus rayos
en el horizonte de la cordura.
Todo gira contrario a los sentidos
y ambos ardemos
en el infierno terrenal.
Aún permanezco erguido.
Yacen en mis brazos,
otros,
los que ya no son de nadie
los que sólo les pertenecen
a la noche
y a los fragmentos de mi lucidez.


Silvia Castellón


Fotografía: Juan Farret, Pto. Madryn


Matando el tiempo





amarillea la luz en el cuarto
escribo algunas palabras

comienza un silbido de viento
en la memoria
trayéndome resabios
que no deseo

nadie más solo
ni tan triste
ni tan loco

un arma un alma una lapicera
me esperan para matar el tiempo

escribo
y se derrama una gota de sangre
del vaso que me acompaña.


Silvia Castellón


Poesía de la madrugada o "Raíz"





del libro "Saltando la soga"
Seleccionado por el Fondo Editorial
de la Pcia. del Chubut
(a presentar próximamente)


El lugar en que vivo
es como tantos otros
pero a la vez,
único.

Sus abrojos,
son parte
de la piel de mis huellas.

La tierra que habito
agreste, seca y lejana
es la tierra donde la lluvia
esconde sus lágrimas,
donde las gaviotas despeinadas
juegan en mi patio
como los gorriones
en las estatuas
de alguna gran ciudad.

Esta tierra,
la que piso a diario
está distante de la otra,
aquella que me vio nacer
y mañana
certeramente,
estaré en algún lugar
sola y única
como un deshabitado grano de arena
en la recova de un caracol.


Silvia Castellón

Obra artística: Analía Castellón, Buenos Aires



Chicos en la guerra






Juancito
corre

y no sabe por qué
también corre

y llora
Camila

pide por su mamá
todos piden
a sus familias

pero no saben
que detrás de ellos

caen de muerte necia
aquellos por quién claman

ahora
sólo hay que correr
y correr

para escapar
de la bala

que quizás
tenga su nombre.


Silvia Castellón

Hombre sin rostro





La noche se esconde entre los árboles
y se alejan de la memoria
los pasajes de este largo día.
En el silencio escucho un tiempo
que no tiene relojes
en el vacío de la pared
no veo más que ausencias.

Tengo las manos
ancladas en la arena
en los bolsillos
un hilo de luz
se coló
por la hostil rendija de la madera.

Voces lejanas me inundan
rondan el puño
hasta obligarlo a guardar
una bocanada de aire
que impulsa a los huesos
a estructurar los pasos
para que retomen el camino
que se me perdió
en algún lugar.


Silvia Castellón
Fotografía: Juan Farret, Pto. Madryn