martes, 22 de agosto de 2017

Poesías de Miguel Oyarzábal





SINGLADURAS

Pasabas por la tarde con la cara desbordada de sol,
tenías todo el aire en el vestido naranja.
Apresuré los relojes y nos embarcamos con la luna en alto.
Navegamos vientos, soles,
colores de lluvias, velas desplegadas
y hasta llegamos a encontrar nuestras caras en la transparencia del agua.
Pero un atardecer cualquiera encallamos para siempre
y tuvimos que abandonar la marea.
Después deambulé por los papeles y las noches,
lloré por la bitácora perdida y por mí.
Fue apoyándome en el espesor de la penumbra,
en los agujeros y en el vino
y también en la voz del amigo barbado.
Así logré soltarme de las varaduras de tu ausencia
Y aprendí a ver y a verme entero.
Resultó que una noche volvió a amanecer
y guardé tus oleajes para la memoria.






A LAURA DESPUÉS DE 11 DÍGITOS

Buenas noches Laura,
aunque le hable al vacío de la ventana,
a los fantasmas de la Avenida Irigoyen
que buscan nuestras utopías en el fondo del Muelle Viejo,
en el mar tendido hacia el embudo del horizonte.
Buenas noches Laura,
porque tu voz me tocó la espalda,
se colgó del brazo,
dibujó un tajo a lo largo del tronco
y metió sus palabras llenas de aire caliente entre las costillas,
viento norte con olor a río,
a mediodía verde,
al sudor de una acordeona estival y colorada.
Buenas noches Laura,
sí, esa voz tuya caló más allá de los huesos,
fatigando a los pulmones y la sangre
que ahora manotea entre las venas sin entender,
me deja a la deriva,
sin brújula, sin cartas de navegación,
ni estrellas, ni costa al alcance de la mirada.
Sólo persiste el ruido de las olas y la memoria,
una memoria que, falta de cabos,
resbala, pierde pie y cae en lo oscuro.
Buenas noches Laura,
porque en esta orilla donde duele el silencio de la luna
y el naufragio es mucho más que la dureza del viento y la soledad,
no tengo leña ni fósforos para encender el aire.
Dejá de ser humo del otro lado del teléfono, Laura,
dale un sentido a la anchura de la playa, Laura,
prendé vos el fuego para ahuyentar la niebla, Laura.
Vení, cerrame tu herida, Laura.





POR CRUZ

Te rezo, Dios;
desde esta mesa.
Con la ginebra frente a mí, por cruz.

Te pido:
por los nervios que me abandonan;
por lo difícil que se me hacen los dedos;
por el sol, que no veo
por los chimangos que desde hace un tiempo andan por el techo del cuarto
por las horas que me quedan de café;
por los rincones oscuros de la madrugada;
por la vida que se me seca en la garganta;
y por lo que ya no recuerdo, y todavía me duele.



LA PENDIENTE

La luna está demasiado lejos.
Las luces son goteras silenciosas,
la calle se ha vuelto una pendiente
y el precipicio es tuyo.

Sólo el doble fondo de la noche
podrá salvarme.




                  Poesía de Miguel Oyarzábal. 
Homenaje a el poeta y narrador madrynense.












LA VOZ DE UNA SIRENA

No escribo poemas de amor presente,
siempre voy detrás de los acontecimientos,
o al costado, como un segundo tren.
Cuando él llama a la puerta con los nudillos iluminados
le abro sin hacer preguntas, sin escudos,
jamás le pongo llave,
lo ejerzo sin metros ni balanzas
y no le doy tregua ni siquiera al aire.
Pero tratándose de escribir,
eso pasa a lo lejos,
es la marea con la memoria a flote
que golpea y golpea en el borde de la mesa
arrastrando pedazos de las navegaciones y los náufragos.
En fin, cuando escribo,
escucho la voz de una sirena
que me pide algunas palabras
para su soledad.




















TELEGRAMA

Todo en vos es aéreo:
tu charla con las hojas del otoño,
la convivencia con la lluvia
y hasta el trato tuyo con el viento, las olas y el sol.
Vos y los duendes
y las palabras
y el silencio de los árboles.
Vos y tu aire
donde vuelo para siempre.






LA LLUVIA EN EL PATIO

Mañana será una página enrollada en el fondo del pecho
y para siempre.
Pero ayer apareció como un viento sonoro tocándome el hombro,
fue una garúa finita que peinó los años viejos,
un duende que entró sin rozar la puerta.
Después se instaló con todo y sus pertenencias
y la vida, como la canta Serrat, vivió en casa.
Al partir no hizo alardes ni puso una estela de excusas,
se fue rompiéndose en el adiós,
queriendo vaciar una anestesia sin sentido.
Yo no encendí la botella de ginebra,
ni tampoco atajé el desorden;
abandoné la lluvia en el patio,
escuché al silencio hablar por la ventana.
Supe que nadie regresa por las huellas del otro.
Y se me llenó de música el alma.






DESPUÉS DE LA LLUVIA

La lluvia ha cesado.
Por algunas horas
y ayudada por las luces,
la calle muestra
el dibujo que dejara el aguacero.
La magia,
que también es limitada,
ha transcurrido.
Sólo persiste la nostalgia,


que es leña infinita.












Hoy recuerdo al gran poeta y narrador pero sobre todo a un amigo que ha emprendido el viaje eterno el sábado 19 de agosto de 2017 a la madrugada.

Lo que él mismo dijo:


MIGUEL OYARZÁBAL


Lo que querría decir de mí, lo que a vos te gustaría leer de mí. No sé.
Más que una biografía curricular, prefiero hablarte del hombre.
Si. Nací en Salto Provincia de Buenos Aires en 1948. Con los 5 años y por mis ojos nos trasladamos a General Pacheco, cerca de la Capital. En 1976 volví a mi pueblo natal para comenzar con el periodismo. Y en 1979 me radiqué definitivamente en Puerto Madryn.
Es verdad, publiqué cuatro poemarios; me becaron el Fondo Nacional de las Artes y la Fundación “Futuro”; hice periodismo radial y escrito.
Es cierto: vendí platos, seguros y publicidad por la calle; anduve bastante como mochilero, fui baterista de cabaret durante un año (mi primer laburo decente). Hasta fui director de un centro de ciegos, donde los que ven lograron angustiarme mucho y con el tiempo aprendí a entender y a entenderme.
Por hacer poesía llegué al periodismo escrito y a la radio, la magia personificada.
El Narrador Oral que en realidad viene en mí desde la infancia, está íntimamente relacionado con lo poético; en este oficio hay que capturar la historia, visualizarla entera, contarnos esas imágenes con las palabras más justas y finalmente narrarlas para que el público las escuche y así las vea transcurrir.
Entonces, el eje está centrado en el poeta. ¿Como arribé a la poesía?. No se. Tal ves vos, me ayudes a encontrar el camino.
La cuestión es que nací apenas viendo bultos; con las operaciones y los cristales gruesos, sólo alcanzo a ver un poco del ojo izquierdo, nunca pude llegar a la letra escrita y la vida me quedó recortada para siempre.
Recuerdo que a través del viejo y las fantasías de la radio, bebí las historias urbanas de los grandes poetas del tango; además, Schubert, Chopin, los escuchaba desde el jardín a través de una ventana, en el piano de un dinamarqués, dueño de la quinta en que éramos caseros. Hombre entrañable para mí.
Después, los bares, la noche con su mezcla de muñecos de papel y hombres de corazón abierto.
Mis padres me apoyaron en todo lo que emprendí, aunque pensaran que estaba equivocado.
Conocí mucha gente; amigos, hombres y mujeres que me quisieron y me ayudaron, siempre con la verdad en la mano.
También fui amado, amé y aún apuesto al amor.
Hoy, pretendo continuar escribiendo, o grabando si es necesario e intento seguir creciendo, a pesar de los agujeros que me cuelgan.

miércoles, 17 de mayo de 2017

    
Con discursos encontrados, inauguraron la 43º Feria del Libro de Buenos Aires el 27/4/17.
Entre los invitados internacionales de este año llegaron a la Feria: Carlos Ruiz Zafón, Alessandro Baricco, John Katzenbach, Arturo Pérez-Reverte, Bernhard Schlink, Javier Cercas, Etgar Keret, Pierre Lemaitre, Olivier Bourdeaut, Marta Sanz y Jesse Ball, entre otros. 
Y los Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y John Coetzee. 


*

La 43º Feria del Libro de Buenos Aires abrió con un llamado de la escritora Luisa Valenzuela a “recuperar la fuerza de la palabra” y “su valor sincero, sin máscara”, porque en ésta y, en la lectura, “están las armas defensivas para enfrentar el horror del mundo”. Tras un histriónico enfrentamiento de discursos que, con variaciones, ya es un clásico de todos los años, entre las autoridades de la Fundación el Libro y los representantes del Ministerio de Cultura (en este caso Martín Gremmelspacher y Pablo Avelluto), las palabras de Valenzuela, tercera mujer en la historia de la Feria que tuvo el honor de disertar en su apertura, fueron recibidas con aplausos refrescantes por un público que no lograba llenar la sala Jorge Luis Borges de La Rural de Palermo. “No me hagan sentir como estrella de rock, ante estas palabras optimistas lo mío va a ser bastante más atenuante”, dijo la escritora de 78 años al tomar la palabra. “Propongo que recuperemos la fuerza de la palabra sincera, sin máscara”, postuló Valenzuela, así como “nuestra función de intelectuales”, no en el sentido de “formadores de opinión”, sino como “cuestionadores de las opiniones formadas, no para resolver el problema sino para ayudar a plantearlos correctamente”. “Intelectuales son quienes ponen un signo de pregunta ante las certidumbres de los poderosos -remarcó Valenzuela- porque el lenguaje nos construye. Y la lectura nos permite trascender los límites de nuestra naturaleza e indefectiblemente limitada percepción de la realidad”. En este rescate de la palabra, “del verdadero, del sincero valor de la palabra, importa abrirnos a los otros y enriquecernos con la diversidad humana”, consignó la titular del capítulo argentino del Cenro PEN Argentina. “Dejémonos guiar por el azar, naveguemos al garete entre los stands, sucumbamos a las aleatorias tentaciones”, insistió, porque “en la lectura encontraremos armas defensivas para enfrentar el horror del mundo”. “Armas disuasivas -adviritó-. Su eficacia no será tajante, pero ayudan a la supervivencia de nuestras mentes”. En este marco, rescató cuatro palabras clave respecto a los libros. Libertad: “si no te gusta el libro entre tus manos lo dejás”. Empatía: “ninguna experiencia genera tanta capacidad de comprensión y aceptación del otro diferente como leer la gran literatura”. Inclusión: “bien lo sabe Silvana Corso (vecina de Fuerte Apache), finalista del Global Teacher Prize, algo así como el premio Nobel al mejor maestro del mundo”. Y Educación: “como la recalcó Carlos Fuentes”, como “un reclamo global y premonitorio, imprescindible: educación pública, laica, en paz y sin discriminaciones”. En el acto estuvieron presentes el ministro el Cultura porteño, Ángel Mahler; escritoras como Claudia Piñeiro; editoras como Kuky Miller; y autoridades de la Embajada de los Estados Unidos, en representación de Los Ángeles, ciudad invitada de esta edición. Antes del discurso de Valenzuela, el titular de la Fundación El Libro, Martín Gremmelspacher, denunció que “la industria editorial está atravesando uno de sus momentos más delicados, con caídas en las ventas del 25%”; y agregó que del 2016 al presente “se dejaron de producir 20 millones de ejemplares, casi 55 mil ejemplares por día”, a lo que “se sumó la subida de los costos impulsados por los desmedidos aumentos de las tarifas de servicios”. “Las editoriales necesitamos exportar más; para eso necesitamos que se implemente el Exporta Fácil. Necesitamos como medida de emergencia recuperar todos los IVA pagados durante el proceso industrial y comercial. Nuestros principales competidores, México, Colombia y España, tienen políticas públicas activas de protección a la industria editorial y la Argentina no”, desafió Gremmelspacher. Y concluyó: es por eso que “quedó relegada al cuarto puesto dentro del mercado hispanohablante”. El ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, remarcó su conocimiento de un sector que tuvo la “capacidad” e “ingenio” suficientes para “salir adelante” de muchas otras crisis. En tanto señaló que “todo el trabajo del gobierno nacional estuvo destinado a evitar el colapso de la gestión irresponsable de recursos que se había dejado, y en generar bases para el crecimiento de la economía, que este año podremos percibir todos de manera clara y consistente”. “Esta no es la peor crisis del sector, no hay ningún tiro de gracia sobre un área que acompañamos con el aporte de 13 millones de pesos para el programa Libro%, con un nuevo récord de presencia de bibliotecas”, puntualizó. Y tras asegurar que su gestión busca “reducir el nivel de prejuicios que nos separan”, anunció la incorporación por parte de la Biblioteca Nacional de las bibliotecas personales de Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares, que consisten en 17 mil volúmenes. Y agregó que “en 2016 la Biblioteca Nacional tuvo 216.559 usuarios, más de los visitantes que tuvo en 2014 y 2015 cuando era sede militante del partido que gobernaba”. Con la intención de alcanzar el millón 200 mil visitantes en 21 días de exposición, la 43º Feria del Libro de Buenos Aires se despliega en 45 mil metros superfice de La Rural, con una propuesta que incluye la visita de un centenar de escritores extranjeros, 1.500 actividades, 4.500 expositores, homenajes a Gabriel García Márquez, Violeta Parra, la visita de los Nobel de Literaura Mario Vargas Llosa y JM Coetzee, y una nutrida agenda dirigida al público joven y adolescente. 

FUENTE:  MisionesCuatro.com

http://misionescuatro.com/cultura/con-discursos-encontrados-inauguraron-la-43o-feria-del-libro-de-buenos-aires/

43° Feria Internacional del Libro en Bs As.









domingo, 23 de abril de 2017

Trabajos como periodista:





http://www.fundacionceferino.org.ar/Sources/Imagenes/REVISTA-ORILLAS-3-1.pdf

Algunos trabajos realizados como periodista





http://www.chubut.gov.ar/portal/wp-organismos/cultura/wp-content/uploads/sites/11/2015/03/Orillas-1.pdf



miércoles, 1 de marzo de 2017



Obras de tapa y contratapa: 

Alejandra Penna: Mujeres de encaje y Noemí Uzal: Suspenso El laberinto

Silvia Castellón Bordón



TACOS ALTOS


Las noctámbulas del amor fugaz
miran sin disimulo
y al mismo tiempo
la ruta la cartera y la hora
ellas
tienen en su mente
el sexo próximo
el sabor de algún beso vacío
y las ojeras del rímel
en un descuido de lágrimas.




LABERINTOS


Antes del origen
el camino
ya esperaba al hombre.




ARCO IRIS QUE SE PIERDE EN EL HUMO


Cuánto tiempo
que la lluvia
no refresca
estos huesos estáticos
que no atinan a dar pasos
hacia ningún punto del universo.
Se desvanecen como el arco iris en el humo
como pisadas en un laberinto.




DEL LIBRO:  HUELLAS EN OCRE Y AZUL - 2016


POESÍA ARGENTINA

GRUPO LITERARIO TINTAS DISTINTAS

ELENA MEDINA
GLORIA VILCHES
NORA WILLIAMS
CRISTINA JARA
ELSA DIÁCONO
HEBE SABUGAL
ELISABET BARROS
GRACIELA LORENZO
SILVIA CASTELLÓN



                                                   

Poesía, desde mi blog:


FABIÁN CASAS

A MITAD DE LA NOCHE

Me levanto a mitad de la noche con mucha sed.
Mi viejo duerme, mis hermanos duermen.
Estoy desnudo en el medio del patio
y tengo la sensación de que las cosas no me reconocen.
Parece que detrás de mí nada hubiese concluido.
Pero estoy otra vez en el lugar donde nací.
El viaje del Salmón
en una época dura.
Pienso esto y abro la heladera:
un poco de luz desde las cosas
que se mantienen frías.


UNA OSCURIDAD ESENCIAL

Hay una oscuridad esencial en esta calle.
Un único farol ilumina el contorno
y árboles domesticados, altísimos,
producen una música de acuerdo al viento.
Miro a mi perro,
una conciencia a ras del piso
que hurga y mea en la tierra
y pienso en mí, hundido
en el lenguaje, sin oportunidad,
sosteniendo una correa que denota
lo que fue necesario para estar unidos.


DESPUÉS DE LARGO VIAJE

Me siento en el balcón a mirar la noche.
Mi madre me decía que no valía la pena
estar abatido.
Movete, hacé algo, me gritaba.
Pero yo nunca fui muy dotado para ser feliz.
Mi madre y yo éramos diferentes
y jamás llegamos a comprendernos.
Sin embargo, hay algo que quisiera contar:
a veces, cuando la extraño mucho,
abro el ropero donde están sus vestidos
y como si llegara a un lugar
después de largo viaje
me meto adentro.
Parece absurdo: pero a oscuras y con ese olor
tengo la certeza de que nada nos separa.


NO ESTOY EN BATA COMIENDO NARANJAS AL SOL

Por la mañana
miro mi cara
en el espejo del baño.
Hasta hace un rato,
resucitada,
mi madre atravesaba un campo
con su bata roja.
Pero ahora estoy despierto:
finalmente, todo es natural.
Abro la canilla
y me inclino para lavarme.
Siento el ruido del agua
contra el vientre de la pileta
-pelos muertos
en el mármol blanco-.

BRUNO

Las plantas reverdecen
soportando la violencia del verano.
Tomás la regadera, el torso al desnudo
en el sol; tus ojos que se fijan
en un cielo límpido
y el viaje que termina.

Todo está como lo dejaste:
el barco en una mañana brumosa,
un hotel frío instalado en otro idioma
y esta casa, donde posaste el radio
de tu imaginación, y crecí en él.

HACE ALGÚN TIEMPO

Hace algún tiempo
fuimos todas las películas de amor mundiales
todos los árboles del infierno.
Viajábamos en trenes que unían nuestros cuerpos
a la velocidad del deseo.

Como siempre, la lluvia caía en todas partes.

Hoy nos encontramos en la calle.
Ella estaba con su marido y su hijo;
éramos el gran anacronismo del amor,
la parte pendiente de un montaje absurdo.
Parece una ley: todo lo que se pudre forma una familia.


FABIÁN CASAS: Nació en Boedo  (Bs. As.),en 1965.
Estudió filosofía. Es poeta, narrador, ensayista y periodista. Posee varios libros publicados.

Eloísa cartonera - Edit. Planeta, y otros.

lunes, 9 de enero de 2017


Feria Internacional del Libro Buenos Aires 2016
Stand de la Pcia. del Chubut

Libro: El canto de las sombras
Silvia Castellón Bordón Poesía
Obra de tapa - Xilografía: Analía Castellón
Editorial Dunken 2016
Publicación de "El canto de las sombras en Revista Ñ"

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Serie


I


las noctámbulas del amor fugaz

miran sin disimulo

y al mismo tiempo

la ruta la cartera y la hora

ellas

tienen en su mente

el sexo próximo

el sabor de algún beso vacío

y las ojeras del rímel

en un descuido de lágrimas
II
lo amo / lo odio /
lo mato / lo adoro /
¡basta!
acá
vacía / inconclusa
pum pum
perdida
en mi realidad
herida
reclusa
me duele
ya sé
nunca más
yo también
IIl
ella
como la hormiga
lleva en la mirada
seis veces
el peso de sus pecados
(y  aunque nadie lo sepa
trata de disimularlos
con delineador y lápiz labial)
lV
asentir con la cabeza
sin el pensamiento
negar con el gesto
sin la palabra
contradecir lo ingrato
resignada
ya no
V
de todas las mujeres
que conocí
soy la peor
soy la madre
la hija
la hermana
la amiga
que no quisiera
sin embargo
me tengo
me en-vuelvo
me anudo con un moño
y me regalo
al primer abrazo que pase por ahí
Silvia Castellón