jueves, 11 de septiembre de 2008

Drama pasional sin verbo - María Luz Piriz


Foto: María L. Piriz, Silvia Castellón y Subsecretario de Cultura de Puerto Madryn, profesor Diego Lacunza.





Frío, infiel, desprejuiciado, ausente
Atónita, dolida, llorosa, abandonada
Arrepentido, falso, mentiroso, seductor
Crédula, frágil, enamorada, piadosa
Reincidente, polígamo, irresistible, aventurero
Harta, impotente, desesperada... ASESINA



Del Libro: “Saltando la soga”.

Prisión cotidiana - Cuento de María Luz Piriz






Su cara mostraba las señales de tantos hombres que no podía recordar.
Desde el espejo la miraban unos ojos vacíos. Conocida por todos, se desconocía.
Con un lápiz negro delineó sus ojos para poner una barrera al llanto.
Pintó los labios rojo fuego y esbozó una sonrisa de hielo.
Se miró, sumergiéndose en la nada.
El frasco de perfume disparó una lluvia de chispas líquidas en el cuello, en el escote, en el ángulo interno de cada antebrazo.
Dejó que la blusa transparente flotara sobre los hombros.
Acarició sus piernas con las medias negras hasta hacerlas llegar justo arriba de las rodillas.
Un reloj con catarro le avisó que era hora de salir. Acompañó su ritmo con los tacos, de camino a la puerta.
Dejó la libertad de su casa para entrar en el calabozo de la calle.



Del Libro: "Saltando la soga". Editado en Agosto de 2008

Banda de rock alternativo CALEIDOSCOPIO


¡Gracias chicos por acompañarnos en la presentación del libro "Saltando la soga" el 30 de agosto en Casa de la Cultura!

Los integrantes de la banda son: Alejo (Monchi), en 1º voz y guitarra; Lisandro (Licha), en bajo; Alan, en 2º voz y guitarra, y Alex en batería.

Hace frío







Los inviernos en soledad son más largos
duran lo que dura un invierno y una primavera.

Recién cuando el sol quema en las piedras,
la soledad comienza a replegarse, un poco.

Ella tiene una mala costumbre,
se pega a la piel penetrando sangre adentro.

Es mañera para irse así nomás.

Cuando se aquerencia y se siente cobijada
es dura para largarla a una.

Más que nada, es fiel como un perro.

Cree que le pertenece a la dueña
bajo cualquier circunstancia

aún, cuando está acompañada.

Sólo hay dos cosas que hacer con ella,
acostumbrarse y mimarla

o despellejarla del cuerpo de un tirón
y sin remordimiento

cavar un hoyo en el patio y enterrarla,

eso sí, con una flor.



Silvia Castellón

Del Libro "Saltando la soga"
Fotografía: SIlvia Castellón